lunes, 1 de septiembre de 2014

Mi pequeña flor de loto







Dulce sabor a embriaguez con la que me despierto a cada amanecer. Esa fragancia que desprende tu pequeño cuerpecito con olor a verano, jardín repleto de flores. A cual más bella. 

Hermosura en su ser. Vivo en esta nube de felicidad. Un trance que parece un sueño, sacado del más bello cuento de hadas… 

Pero es tan real como el aire con el que lleno mis pulmones a cada inspiración, exhalando tanta paz y armonía que mis ojos se llenan de lágrimas de tan bello sentir. 

¿Y de verdad me está pasando a mí?

Sobresalto de los pellizcos que me doy creyendo nuevamente estar soñando. Y esta es mi realidad, nuestra realidad. La que se engendró en aquel acto de amor.. Una tarde de pasiones desatadas, como fieras librando una lucha entrelazando nuestros cuerpos, fundiéndose hasta convertirlos en uno… 
Creando esa semilla que poco a poco con paciencia, respeto y amor se ha ido regando hasta convertirse en lo que ahora nuestros ojos contemplan sin cesar. Y no hay acto más bonito que ver crecer esa minúscula semilla. 

He me aquí ahora sentada intentando expresar en versos lo infinito de este sentir. Y es que no hay palabras que lo puedan llegar a definir. Cada adjetivo se queda vacío al lado de esta realidad….. 


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